Niñas/os en la cocina

La cocina es un laboratorio fascinante para poner en marcha el juego simbólico.  Herramientas reales como los cuchillos para niños y niñas, o los peladores y cortadores de fruta y verdura para niñas y niños como lo son las Chips machine, les permitirán pasarse horas en la cocina preparando divertidos platos reales para la comida o las cenas familiares. Y por supuesto, si les permitimos hacer el ciclo completo como ir a la compra, preparar los ingredientes, poner la mesa, colaborar en recogerla y poner el lavavajillas o fregar, barrer… el aprendizaje será maravilloso.

Cocinar es una de las cosas que aún hacemos casi a diario y ofrecerles la posibilidad de hacerlo con nosotros/as, es una forma de invitarles a participar, a imitar y también, sobre todo con el tiempo, una oportunidad de aprender motricidad, matemáticas, física, paciencia…

Si se convierte en una actividad cotidiana es además un espacio para la charla calmada en familia, para hablar de lo que pasó en el día, para contarnos las anécdotas, ya que el trabajo manual relaja y distiende el momento. Sobre todo si hay adolescentes en casa, a los/las que les cuesta más hablar y expresar todo lo que les va ocurriendo en su ajetreada vida.

En esta sección hemos querido incorporar utensilios de cocina infantiles reales y de calidad, seleccionando aquellos que nos han parecido más interesantes para que tanto niñas como niños puedan meterse en la cocina. De manera acompañada al principio, para cortar, pelar, freír, mezclar... con vuestra ayuda y aprendiendo de vosotras/os, bien porque les expliquéis aquellas acciones que tienen que realizar o simplemente a través de la imitación pura.

Pero también nos gusta animaros a dejarles ir adquiriendo más y más autonomía para poder cocinar ellas y ellos solas/os. Que si les pica el gusanillo o algún día quieren sorprenderos, puedan hacerlo sin problema. O que incluso pueda convertirse con el tiempo en una de las tareas que tengan asignadas en la dinámica familiar, porque siempre hay que recordar que tienen muchas más capacidades de las que a veces pensamos. ¿Podría ser la cocina una forma de incluirles y valorarles, de mejorar su autoestima? Cada casa, como siempre, es un mundo.