Manualidades con lana, telares y costura

Las manualidades para niños y niñas no son una mera actividad para pasar el rato, sino que a través de ellas, el aprendizaje acompaña muchas habilidades que les serán útiles para desenvolverse en la vida. Además, son una bonita oportunidad para estrechar vínculos y acompañarles en su crecimiento emocional si las hacemos en familia o en grupo en el aula. 

Lo más evidente, es que tanto la costura como casi todo tipo de manualidades, ayudan a reforzar en los niños y las niñas, la motricidad fina, poniendo a funcionar también la coordinación mano-ojo o la lateralidad, que será habilidades que les servirán enormemente para luego afrontar la lecto-escritura.

Las puntadas, y el ir y venir de la aguja, juegan constantemente con la permanencia del objeto. El ver desaparecer la aguja detrás de un bastidor o de una tela, para luego verla aparecer de nuevo y conseguir que lo haga en un punto determinado, es una actividad mental mucho  más compleja de lo que parece. 

La costura y las manualidades son una invitación a crear, a ir puntada a puntada dándole valor al objeto que estamos elaborando. Coser como actividad, como oportunidad de pausa, de volver a las manos, como momento de concentración, de paciencia, de perseverancia. ¿Habíais pensado alguna vez que todos esos beneficios ocultos se escondían detrás de la costura? Es, además, un ejercicio magnífico para niños y niñas con dislexia y otras dificultades de aprendizaje.

Aunque los inicios pueden ser complicados, cuando le cogemos el truco y conseguimos que sea algo mecánico, los trabajos manuales como el punto o la costura nos hacen entrar como en hipnosis. Por eso, a veces canturreamos como sin darnos cuenta, nos estamos quietos/as, nos concentramos como en algún tema que llevamos dentro.

Que esto ocurra con los niños y las niñas es maravilloso, porque no es una calma impuesta, sino que un lugar mental al que se llega solo/a. Por eso es tan valioso y merece la pena que les dejemos alcanzarlo poniendo a su disposición materiales y elementos de calidad para embarcarse en alguna tarea de este tipo. Sin presionar y sin dirigirles, porque habrá quienes encuentren esa paz de forma sencilla y habrá quienes todavía no están preparados/as para hacer el camino.

Aquí y ahora, aquí y ahora, aquí y ahora. ¡Qué importante es practicarlo! En un mundo lleno de estímulos y que va tan rápido, la calma y la pausa se necesitan aún más que nunca. ¿No os parece?