Wobbel y otras estructuras de movimiento

El movimiento es uno de los principales lenguajes de la infancia. A menos que un intruso los detenga, como pueden ser las pantallas, un niño o una niña nunca se está quieto/a. Su organismo les pide ejercitarse, moverse, probar una y otra vez su fuerza y su destreza. 

Caminar por el borde de la acera cuando vamos hacia el colegio, ¿es un truco que tienen para sacarnos de quicio justo cuanto más prisa tenemos o está ocurriendo algo interesante delante de nuestros ojos sin que nos demos cuenta? Pues todo es cuestión de equilibrio, y nunca mejor dicho. 

A lo largo de la infancia, es de fundamental desarrollar nuestro sentido del equilibrio mediante práctica y movimiento. Es vital para la postura, el movimiento y el sentido de "centro" en el espacio, el tiempo, el movimiento, la profundidad y uno mismo. Este será el eje con el que irá relacionando aspectos cruciales par el aprendizaje posterior, como son la música, la alimentación, los reflejos primitivos retenidos..

El equilibrio es un mecanismo que no adquirimos de forma automática, sino que es algo que se crea y que tenemos que entrenar a lo largo de la vida, consiguiendo con la práctica que actúen en cooperación, sobre todo, la vista y el oído. Es sumamente importante este desarrollo, ya que este sistema, llamado vestibular, está relacionado estrechamente con aspectos como la lectura, la escritura y por supuesto, la orientación. Hay estudios que incluso lo relacionan con las emociones y diversos síntomas que caracterizan la dislexia, la ansiedad, las fobias...

Mecernos en los brazos que nos cuidan y la búsqueda de la postura erguida son el pistoletazo de salida en los primeros años de vida, pero el juego con materiales de movimiento es un espacio de entrenamiento indiscutible para ir perfeccionándolo. Desde actividades tan ancestrales como que nos lancen al aire o dar vueltas hasta caer rendidos entre carcajadas, balanceos, caballitos, pasarelas de equilibrio... O cosas tan aparentemente inocentes como andar desafiantes por los bordes de las aceras, son oportunidades de poner a prueba un mecanismo tan esencial.

En esta sección, hemos querido recoger todo este tipo de material que implica movimiento del cuerpo. Por ejemplo, aquí encontraréis las tablas curvas Wobbel y las Wobbel 360º que tanto gustan, que no es solo un material abierto que acompaña el equilibrio, sino que además luego puede utilizarse en el juego simbólico, los juegos de construcción o incluso los minimundos, como montañas por ejemplo para superar con carreteras extensas.

Además de las Wobbel boards, también tenemos el triángulo Pikler y otras estructuras que facilitan y permiten un movimiento libre pero a la vez controlado, como los versátiles Bilibo con los que poner a prueba el equilibrio y la imaginación.