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28 de Junio de 2022 Categorías: Especial Jugar i Jugar , Hablamos de nuestros productos , Mirada pedagógica , Nos gusta , Propuestas Jugar i Jugar
Una mesa de luz es, como el nombre indica, una tabla con una superficie translúcida y una base luminosa que se ilumina con la luz. Una herramienta lúdica y educativa que llama mucho la atención de las niñas y los niños porque les permite experimentar a través de los sentidos y ofrece mil posibilidades. Seguro que has visto alguna vez alguna y te has preguntado: ¿para qué sirve realmente? ¿Es importante que los niños y las niñas tengan una mesa de luz en casa? ¿Qué materiales se necesitan para jugar en una mesa de luz?
La luz es uno de los elementos sensoriales que más ha captado la atención del ser humano a lo largo de la historia. El descubrimiento del mundo luminoso está ligado al descubrimiento de uno mismo y de una misma, del propio cuerpo, de los otros y otras, del entorno, de los materiales… Es habitual observar a un niño o una niña pequeño/a maravillarse por las sombras o por los reflejos del sol. Y las mesas de luz y todos los materiales para la mesa de luz que tenemos en Jugar i Jugar acompañan este descubrir de la luz y sus propiedades.
Las mesas de luz se han ido convirtiendo en un objeto muy popular en las escuelas ya que brindan horas de exploración, diversión y juego de calidad para las niñas y los niños. En nuestra web encontrarás opciones de calidad de diferentes formatos desde los 89€, así como también mesas plegables y bandejas muy prácticas para la experimentación.
1. Lo más importante, la base luminosa: paneles de luz brillantes portátiles con medidas A3 y A2 con iluminación LED que se conectan a la corriente. Pueden ser de luz blanca solamente o con hasta 16 colores diferentes que cambian con mando a distancia para ofrecer más opciones a la experimentación.
foto: mesa de luz blanca A3
2. Se pueden combinar con bandejas sensoriales, como esta de policarbonato de gran calidad y resistencia que se adapta perfectamente a una mesa de luz A3 o esta otra ultra transparente perfecta para la mesa de luz blanca A2.
foto: Bandeja sensorial y para mesas de luz A3
3. Base portátil: si necesitais una, qué mejor que esta mesa plegable multifuncional de madera de haya que requiere de un sencillo montaje. También tenemos esta preciosa caja de juego de madera que sirve también de base para construcciones.
foto: Mesa de luz blanca A3 con marco de madera
Las mesas de luz y todos los espacios multisensoriales (hay escuelas que tienen incluso un ambiente a oscuras donde hay muchos elementos luminosos para interactuar) están inspirados en el enfoque pedagógico Reggio Emilia y se pueden utilizar desde los 18 meses - 2 años, incluso antes.
La perspectiva Reggio Emilia es una pedagogía innovadora e inspiradora para la educación de la primera infancia que valora al niño/a como fuerte, capaz y flexible. Cada niña o niño trae consigo un gran potencial y una curiosidad innata que le lleva a desarrollar un profundo interés por descubrir el mundo y su lugar en él. Por eso consideran que los niños son capaces de construir su propio aprendizaje si tienen las herramientas y el ambiente adecuado.
La mirada pedagógica que impulsó las mesas de luz se denomina Reggio Emilia porque se originó precisamente en la ciudad de Reggio Emilia en Italia y fue el inicio de un movimiento hacia una educación progresiva y cooperativa en la primera infancia.
Es importante que sepas que el enfoque Reggio Emilia no es un método. No existe una formación específica que te forme para ser un maestro/a de Reggio Emilia ya que considera que los niños y niñas tienen capacidades, potenciales e intereses en construir su aprendizaje, en comprometerse en interacciones sociales y negociador con todo lo que les ofrece el ambiente.
Reggio Emilia considera el ambiente un profesor más. En este caso, la propuesta con la mesa de luz sería un profesor más. Además, una de las cosas que sostiene esta mirada pedagógica es que las escuelas deben adaptarse a las necesidades e intereses de su comunidad (ya que el alumnado, las familias y las ciudades son diferentes siempre) y esto hace que no se pueda aplicar con una metodología concreta.
Hay tantos beneficios del juego de luz que no sabemos por dónde empezar.
A menudo, las mesas de luz se asocian como un excelente recurso para la ciencia, la exploración y el descubrimiento (que sin duda lo son), sin embargo, ¡las mesas de luz son mucho más que eso!
foto: mesa de luz blanca A3
La mesa de luz ofrece infinitas posibilidades para jugar y aprender con casi cualquier material. Muchos los encontramos fácilmente en casa: pintura, arena, elementos de la naturaleza (observar los nervios de una hoja con la mesa de luz es una experiencia muy chula, por ejemplo), gelatina, papel de celofán…
Y luego tenemos otros materiales específicos que son increíbles. Básicamente cualquier material que sea translúcido y de colores diferentes ofrecerá mil posibilidades de juego.
Estas semiesferas de material acrílico nos fascinan. Juegan mucho con ellas desde que son bebés (también se pueden integrar en la panera de los tesoros). Si se sostienen dos o tres semiesferas de percepción juntas crean nuevos colores y matices. Además, al colocarlas sobre cualquier objeto, aumenta 4 veces su tamaño, por lo que también funcionan como una pequeña lupa.
Hay piezas que sirven para todo. Esto pasa con los discos de colores de aro metálico o con las cuentas de vidrio de colores, materiales ideales para hacer dibujos en mesas de luz, pero también para la experimentación con agua y arena, así como para empezar a contar o moneda de cambio en el juego simbólico.
¿Os imagináis unos bloques de construcción ideales para una mesa de luz? Pues este conjunto es la bomba: los bloques son de 5 colores y 6 formas diferentes y suman al juego de construcciones la experimentación con la transparencia, la luz, el reflejo…
Si subimos de nivel tenemos este maravilloso juego de construcción inventando en los años sesenta! El curioso diseño de las piezas con las ranuras permite hacer construcciones muy curiosas, pero sobre la mesa de luz, si se superponen las piezas, permite también crear nuevos colores.
Seguimos con los bloques de construcción, pero esta vez unos 2D que permiten crear en 3D: los magna-tiles. Es uno de los mejores juegos de construcción que conocemos: las piezas se atraen por magnetismo y además son translúcidas, ideales para la mesa de luz.
Esta pirámide de madera con la base en acrílico y diferentes colores es un material muy versátil desde que son bebés. Sobre las mesas de luz son geniales porque permiten convertirse en un recipiente donde introducir dentro otros materiales más pequeñitos que a la vez cambian de color.
Los bloques sensoriales son una pasada. Son estructuras de madera que dentro tienen diferentes materiales: bolitas, líquido, arena… Y crean efectos espectaculares.
¿Os animáis a montar una mesa de luz en casa? ¡Ya veréis que es un espacio que ofrece muchísimas horas de descubrimientos y experimentación!
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