Jugar i jugar visita la escuela Fructuós Gelabert

Crónicas del Juego

Visitamos la escuela Fructuós Gelabert

Hace algunas semanas visitamos la escuela Fructuós Gelabert, en Barcelona. Sentíamos una gran curiosidad por conocer sus espacios, el equipo y la metodología de trabajo... las entrañas del proyecto liderado por Joan Domènech.

Llegamos allí en plena hora de salir al patio: nuestra bienvenida empezó viendo los niños y niñas jugando. Luego, Joan nos guió en un recorrido paciente y cordial por toda la escuela, y tuvimos un pequeño aperitivo en la clase de musica; también nos contó los proyectos iniciados en aquellas aulas, por cierto, con nombres de juegos tradicionales de nuestro país: la Xarranca, Salta Corda...

Más tarde, pudimos reunirnos con todos los maestros y maestras del Centro, y les ofrecimos nuestro material para descubrir, explorar y jugar. Y ¡sí, estuvieron jugando casi una hora!

La visita nos supo a poco, nos quedamos con ganas de seguir hablando con Joan y su equipo. Estas visitas son un misterio para nosotras, y no dejamos de sorprendernos. En nuestros inicios, solíamos especular sobre lo que nos íbamos a encontrar creyendo, por ejemplo, que todos los proyectos pedagógicos basados en el respeto por los pequeños eran bastante parecidos. Ahora ya no especulamos, y nuestra recompensa no tiene precio. Nos sorprendemos comprobando como las escuelas con identidad, con un proyecto definido y un equipo consolidado son tan diversas como las personas que los integran, y eso supone una riqueza inestimable.

Mientras no dejamos de aprender y de sorprendernos, descubrimos que hay un ejército de maestros y maestras dipuestos a dejarse la piel para sacar adelante otro tipo de educación en nuestro pais. Nos sentimos afortunadas, porque somos testigos de esta tendencia nueva y creciente. Todavía minoritaria, pero que crece y crece sin cesar.

Gracias, Joan, por la acogida, y mucha suerte en vuestra tarea.