Jugar i jugar - ¡Recicletades!

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Recicletades!

Recicletades! son talleres de plástica creativa a base de materiales para el reciclaje, y están dirigidos a niños y niñas de varias edades y a sus familias.

Su planteamiento parte de conceptos simples: el aprovechamiento y segunda vida de los materiales que habitualmente descartamos; la difusión de la expresión plastica como lenguaje personal al alcance de todos; y el descubrimiento del placer de construir, elaborar y crear objetos únicos, con un valor propio.

Los talleres se presentan con una tematica concreta como punto de partida para la aventura creativa, como De la brossa fem festa grossa (regalos y decoraciones navideñas), Creem les nostres joguines, Animalades (creación de animales reales e imaginarios), o Escultures Col·lectives, por citar algunos.

Recicletades! es una iniciativa de Metromàtic, Companyia de Teatre i Titelles. Nos ha gustado tanto la propuesta que hemos querido conocerla un poco más de cerca, hablando con Anna Coca, que forma parte del equipo de Recicletades.

¿Cómo nace, desde la compañía de teatro, el interés por el trabajo plástico con los niños?

Desde siempre, en Metromàtic, Marc y Roger han creado sus propios decorados, las marionetas, los atrezzos. Eso les ha llevado a experimentar y aprender mucho, a jugar con los materiales, a descubrir posibilidades y soluciones sorprendentes...¡con el único límite de las dimensiones de la furgoneta! Además el hijo de Roger, Guim, ha estado desde muy pequeño trasteando por el taller y haciendo de las suyas con todo tipo de material; sus creaciones siempre nos inspiraron mucho. Así que con ese caldo de cultivo, Montse, la representante de la compañía, les propuso crear unos talleres de plastica para niños. La idea les atrajo enseguida, suponía dar un paso natural, muy de acuerdo con sus intereses y facilidades. Aquí fue cuando yo entré en escena, con un recorrido personal que une, entre otras cosas, las artes plasticas y la educación: me formé y tengo experiencia en ambas, y actualmente trabajo como educadora en una escuela de educación libre. La sinergia de los tres impulsó Recicletades!, un proyecto del que estamos enamorados.

¿Por qué os planteáis trabajar concretamente con materiales de reciclaje?

La materia prima de las creaciones de Metromatic siempre ha sido material encontrado en la calle, en contenedores, en lugares de reciclaje de residuos...que son una gran fuente de inspiración, estan al alcance y son accesibles a todo el mundo. Además, dar una nueva vida a lo que solemos desechar supone emprender una acción concreta hacia la sostenibilidad, y esto es algo de lo que todos somos responsables. El material residual es para nosotros un recurso, no es algo a eliminar, y las creaciones plasticas a partir de ese material se convierten en una posible vía ecológica.

Cuando realizamos los talleres en bibliotecas, centros cívicos y sociales, escuelas, donde se anuncia el taller con antelación, invitamos a los participantes a traer su material de reciclaje. Es importante porque entonces el proceso y la implicación se inicia en casa y la vivencia tiene más sentido. Los pequeños y pequeñas llegan ilusionados con sus bolsas de material que, acompañados por nosotros, clasifican en los distintos contenedores. A veces, algun niño o niña prefiere quedarse con su propio material, con el que ya se ha inspirado, y llega con ideas y deseos por desarrollar. Y a lo largo del taller, ¡vemos muchas caras iluminadas presenciando la transformación de esos residuos!

En cambio, para los talleres que realizamos en la calle, adonde los participantes llegan casualmente, el proceso no ha podido empezar antes y el material lo facilitamos nosotros. Siempre solemos llevarlo, también para complementar y abastecer la pasión creativa de pequeños y de mayores.

Hablando de pasión...comentaros que gran parte de los niños y niñas se quedan las 3 horas que dura el taller, y en muchos casos realizan más de una creación. Resulta interesante, cuando oímos tan a menudo que la atención y la capacidad de trabajo máxima de los pequeños es inferior a una hora...pero sólo hay que observar que, cuando se entregan por completo a lo que hacen, ¡el tiempo se detiene!

Los talleres estan dirigidos a niños y niñas de edades diversas y a los adultos acompañantes. ¿Cómo enfocáis el trabajo con esa variedad de edades, demandas, habilidades e intereses?

Sí, los talleres se dirigen a niños y niñas y a sus familias, aunque están abiertos a todos los que quieran participar. Cuando les recibimos, insistimos mucho en la importancia de que cada uno viva su propia aventura creativa, dejándose inspirar por los materiales, jugando con ellos y creando. Las distintas temáticas de los talleres, con las creaciones que presentamos, son sólo un punto de partida, un pequeño muestrario del gran abanico de posibilidades que dan materiales tan cotidianos como un tubo de vater, una botella, una caja de cartón...en definitiva, pequeños pretextos para ponerse a crear.

Es fascinante presenciar el trabajo en equipo de pequeños y mayores, de pequeños con pequeños...y la concentración y el placer que se respira en el ambiente. Las edades son muy diversas, y cada uno encuentra su lugar y su manera de participar en el taller. Desde el bebé que se lanza a llenar de tapones una gran botella vacía, hasta el adolescente que disfruta con un trabajo minucioso, o el abuelo que hecha una mano a su nieta de 4 años, los dos amigos que elaboran una creación conjuntamente, o el adulto que se reencuentra con su vertiente creativa y manual. Nuestra función es la de asistir a los participantes cuando lo necesiten y, en ciertos casos, orientarles acerca de posibles soluciones técnicas. Hay que añadir a eso que en el caso de niños y niñas, es desde las propias familias como se regula el grado de asistencia que éstos puedan necesitar en función de su edad, habilidades y demandas.

¿Podéis explicar algo más esta afirmación vuestra: “para nosotros es importante alentar la diferencia, la diversidad, la unicidad de cada creador...”?

Cada participante es único, con dones, visiones, ritmos y procesos que le son propios. Partiendo de esto, cada recorrido creativo es distinto. Siendo muy conscientes del gran valor que supone este hecho, nuestra intención y deseo es cuidar de que esta unicidad se pueda desplegar, manifestar. Las creaciones que surgen, aunque sólo representan una huella de la experiencia vivida, están llenas de vida. En cada taller nos maravillamos con los descubrimientos y nuevas posibilidades que los creadores de todas las edades encuentran, partiendo de los mismos materiales. Por otro lado, somos unos fans incondicionales del arte infantil y vivimos cada creación surgida como una auténtica obra de arte.

¿Cuál es el valor que tienen talleres como Creem les nostres joguines (“Creamos nuestros juguetes”) o Escultures Col·lectives?

Como decimos, las temáticas propuestas representan una excusa para empezar a crear. Si el proceso creativo de un niño le lleva a apartarse del tema propuesto, ésa es una opción muy valida. “Creem les nostres joguines” es una invitación a que los niños y niñas elaboren sus propios juguetes. Eso les permite crecer en autosuficiencia, en creatividad, imaginación...y viven el placer y la satisfacción que supone elaborar objetos que van a enriquecer su propio juego. La experiencia de un niño o niña jugando con un juguete que él mismo ha creado supone un valor que le acompañará siempre. Y puesto que entramos en el tema del juego, para nosotros el juego es la actividad esencial de la infancia, a través de la cual el niño y niña se desarrollan, aprenden, se descubren a sí mismos y al mundo. ¡Ni más ni menos! O sea que...a jugar, a jugar todos, pequeños y mayores!

Respecto a Escultures Col·lectives, es una propuesta que plantea ya de entrada el trabajo en equipo entre personas que pueden conocerse previamente o no. Hasta hoy, sólo hemos realizado un taller con esta temàtica, con la particularidad de que formaba parte de un juego de fin de curso de una escuela de primaria...donde todos ganaban. Fue emocionante: tira y aflojas de todo tipo, sinergias diversas, emociones a flor de piel...tenemos muchas ganas de seguir explorando este taller con nuevos planteamientos.

¿Qué creéis que puede obtener, un niño, cuando participa en una aventura como ésta?

La experiencia creativa es muy enriquecedora y completa en ella misma. Crear supone jugar, experimentar, recorrer lo desconocido, ir manifestando el propio imaginario a través de las manos, el cuerpo...los expertos mencionan su gran potencial para harmonizar los dos hemisferios cerebrales, porque en el proceso creativo se pasa de uno al otro con mucha frecuencia, complementandose, funcionando globalmente: surge una idea (hemisferio izquierdo, el racional, analítico, temporal), se empieza a desarrollar intuitivamente con una gran carga emotiva (hemisferio derecho, el intuitivo, emocional, poético, atemporal, holístico) y con los estados alterados de conciencia que le son propios (mucha presencia, gran concentración, vivencia de lo atemporal...); la acción creativa se para y se analiza lo que está ocurriendo para valorarlo y tomar nuevas decisiones en el proceso creativo (h. izquierdo nuevamente), luego se retoma la creación (h. derecho)...y así sucesivamente.

Este hecho es muy relevante, si tenemos en cuenta que el sufrimiento y el caos que vive nuestra sociedad se debe, en parte, al hecho de percibir y actuar mayoritariamente desde el hemisferio izquierdo, el analítico, racional, el que capta la parte y no el Todo.

El gran placer del proceso, la capacidad de crear, los recursos y las destrezas adquiridas, el valor de las creaciones únicas, la admiración, los descubrimientos... permiten crecer en autoestima a los pequeños y pequeñas.

Por otro lado, se sensibiliza para captar el potencial de lo que tiene al alcance, en este caso los residuos. Así se desarrolla también la autonomia, la autosuficiencia, la capacidad de apreciar, de transformar...

También me gustaría subrayar que, durante los talleres, el niño vive la alegría de crear con su familia, recorriendo juntos el camino de esa aventura. A menudo, capta y presencia cómo en el acto creativo sus familiares adultos se reencuentran con sus propios niños y niñas interiores y eso hace posible una comunicación muy auténtica, la empatía, el compartir miradas...todo esto nutre al niño a muchos niveles.

Gracias Anna, Marc y Roger por alimentar, acompañar y difundir esta aventura creativa.

Además de compartir el planteamiento y el espíritu de Recicletades!, nosotros nos hemos quedado con la boca abierta viendo las imágenes de los talleres en pleno funcionamiento. Ha sido tan difícil escoger unas pocas para mostrároslas aquí, que os recomendamos un paseo tranquilo por el blog donde recogen sus experiencias, viendo a pantalla completa las fotos de su galería. ¡Un regalo para los ojos y para el espíritu!

También podéis hojear el fantástico dosier, donde de forma muy visual y clara, nos cuentan las ideas básicas de su iniciativa y las condiciones técnicas que requieren sus talleres.