Pepitas de oro

En este bote se guardan un montón de pepitas de oro (concretamente, 250 gr). 

No, claro, no son verdaderas, pero imaginar que son reales puede traer consigo un montón de aventuras fascinantes. Son en realidad piedras pintadas de color dorado que podrán ser la gran recompensa después de una complicada búsqueda del tesoro. ¿Qué niño o niña no se fascinaría ante un cofre lleno de lo que es capaz de imaginar que son auténticas pepitas de oro de este metal tan preciado? Seguro que los piratas las estuvieron escondiendo durante muchos años y al final, alguien las ha encontrado.

Se pueden usar también en areneros, para buscarlas con ayuda de un colador entre la arena, como auténticos buscadores de oro. Igualmente, forman una buena combinación también con la arena pero sobre la mesa de luz sobre la que podemos disponer una bandeja sensorial. 

Y por supuesto, son un material divertido para acompañar el juego simbólico.

Recomendado para niñas y niños a partir de 3 años.