Tornado sensorial XL

Material sensorial que utiliza el flujo del líquido para mostrar el paso del tiempo. La cadencia y ritmo con el que cae, cautiva y fascina a grandes y pequeños. El propio peso del líquido viscoso y la ranura por la que debe de caer, genera un tornado que puede observarse claramente si no se agita el cilindro.

Funciona bajo el mismo principio que un reloj de arena pero con líquido. Algunas propuestas pedagógicas sugieren utilizarlo como material para crear silencio, donde se sugiere a los niños y niñas mantener silencio mientras baja todo el líquido. Este tipo de material también es conocido como “frascos de la calma” porque en realidad, todos los materiales que tienen un movimiento constante y cadencioso relajan e invitan a observarlos.

También es un material muy interesante para experimentar con las mesas de luz.

Es de muy buenas dimensiones y  esta fabricado con aceite mineral teñido y agua y la carcasa es de policarbonato transparente.

El tubo sensorial está pensado como un material de observación que debe ser tratado con cuidado.

Lo recomendamos para niños y niñas a partir de 3 años.