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5 claves para elegir la mejor muñeca

27 de Octubre de 2021 Categorías: Especial Jugar i Jugar

5 claves para elegir la mejor muñeca

De trapo, de plástico, de paja, de madera, de porcelana… A lo largo de la historia la muñeca ha acompañado los juegos de la infancia. Y si miramos en profundidad veremos que jugar con muñecas tiene cierta trascendencia que hace de este juego inocente una potente herramienta de aprendizaje y de acercamiento al mundo adulto. 

Foto: muñeca sexuada con rasgos africanos

Jugar con muñecas posibilita una gran cantidad de acciones: alimentarlas, vestirlas, cambiarles el pañal, peinarlas, lavarlas, ponerlas en el váter, llevarlas al médico… A través del juego con muñecas/os, las niñas y los niños satisfacen una necesidad de identificarse, representando momentos de la vida cotidiana para expresar lo que sienten y entender mejor el mundo. Casi nada, ¿eh? 

Foto: muñeco bebé sexuado rasgos europeos 21 cm

¿Cómo elegir la mejor muñeca para nuestro hijo o nuestra hija?

¡Qué de muñecas y muñecos hay en el mercado! Y qué diferentes son, ¿verdad? ¿Cómo elegir entonces la más adecuada? Una tarea bien difícil a veces con tanta oferta. 

Aunque para gustos los colores, hemos querido resumir 5 grandes aspectos que nosotras tendríamos en cuenta a la hora de escoger una u otra y que han marcado los criterios a la hora de construir nuestro catálogo de muñecas y muñecos. Allá van:

1. Muñecas o muñecos con las que sentirse identificadas/os

Hasta una cierta edad, los niños y las niñas eligen el/la muñeco/a que más les asemeja. De este modo, una niña rubia tenderá a escoger una muñeca rubia y un niño de piel negra, buscará un muñeco que se le parezca. Y así con cada uno de nuestros rasgos. Es un proceso normal, que nada tiene que ver con no aceptar la diferencia. Es simplemente que en esta etapa necesitan sentirse identificados.

Foto: muñeca con síndrome de Down morena

Foto: muñecas sexuada con rasgos latinoamericanos

Por eso, es importante que existan en el mercado muñecos y muñecas que nos representen a todos y todas, sin excepción. Muñecos y muñecas con síndrome de down, de rasgos latinoamericanos, con rasgos hindúes, africanos, orientales, muñecos/as sexuados/as, muñecas con un implante auditivo…  son una de nuestras apuestas por abrazar la diversidad y la construcción de un mundo mejor.

2. Muñecas y muñecos con un mensaje de género cuidado

Es importante, creemos, poner atención a los estereotipos que transmiten las muñecas a la hora del juego. Si la muñeca Barbie fuera real (y muchas de las que hay en el mercado ahora mismo), sus medidas serían imposibles. Su cuello sería demasiado delgado para sujetar su cabeza, los órganos vitales de todo ser humano no cabrían en su abdomen (de hecho, por lo visto solo le cabría medio hígado y un trocillo insignificante de su intestino), los tobillos no la sujetarían y con sus muñecas tan delgadas, no sería capaz de levantar ningún objeto de peso medio. ¡Y le dolerían mucho los pies por ir siempre con tacones! ¿Estamos seguros/as de que es el tipo de muñeca con la que queremos que jueguen y se identifiquen nuestros hijos y nuestras hijas?

Foto: muñecas Kruseling

Nosotras, por si acaso, tenemos en nuestro catálogo otro tipo de muñecas. Las Lottie o las Kruseling son un ejemplo de ello, unas maravillosas muñecas y muñecos, con cuerpo de niña/o, con ropa de niña/o, con aficiones de niña/o, con pelo largo y corto, con diferentes tonos de piel, inclusivas...que guardan unas proporciones reales y adecuadas para la infancia. Muñecos y muñecas que se van de acampada, que pintan, que reman en el río, que se visten de heroínas, que montan a caballo, que sueñan con ser astronautas, que juegan con cometas, que juegan al baloncesto, al tennis…

Sin embargo, somos conscientes de que queda mucho camino por recorrer. Por nuestra parte, seguimos buscando fabricantes que ofrezcan muñecas y muñecos por ejemplo en silla de ruedas, que sean todas/os sexuados, que traten mejor el tema del género, etc. Esto, de todos modos, no nos impide reconocer que hoy hay muchísimas más muñecas y muñecos diversos que hace 10 años, lo cual es motivo de celebración.

Foto: muñeca mamá con bebé. Parto vaginal o cesárea

3. Muñecas según su etapa evolutiva

Nos gusta mucho la mirada que la pedagogía Waldorf hace sobre las muñecas y muñecos, considerando que no todas son adecuadas para cada momento evolutivo, ya que son un reflejo de la persona y deben adaptarse a ella. 

En los primeros meses, las muñecas son simplemente una tela de textura amorosa con una cabeza redonda y bien diferenciada cosida, en la que las manos serán unos nudos básicos en las esquinas. Una bonita metáfora de lo que es un/una bebé, en el/la que la importancia de su ser reside en la cabeza y todavía las extremidades tendrán que ir ganando coordinación y confianza.

Foto: doudou

A medida que el/la bebé vaya creciendo, como a partir de los 2 años, su muñeca Waldorf lo hará con ellas y ellos. Pasaremos entonces a muñecas con más definición, pero manteniendo la sencillez que las caracteriza. Nos encontramos así con muñecas con manos y piernas diferenciadas, ya que el niño y la niña han conquistado el movimiento y lo normal es que ya caminen, pero que siguen siendo blanditas y gustosas al tacto. La cabeza, bien definida, en la que ya pueden insinuarse unas facciones muy delicadas. Y suelen ser muñecas que no pueden vestirse y desvestirse, porque a esta edad es difícil que ellas y ellos se vistan con autonomía. Un ejemplo de ello sería nuestra muñeca Waldorf suave.

Cuando llegan los 3 años, el niño o la niña experimenta un cambio importante y es más consciente de su propio “yo” y sobre todo, de su propio cuerpo. Rutinas como vestirse, peinarse, lavarse las manos o los dientes.. le dan un conocimiento muy bonito de quién es. Por lo tanto, ¿cómo no va su muñeca a reflejar todos esos avances? Para esta etapa, tenemos muñecas mucho más definidas, con extremidades totalmente diferenciadas. Que se pueden vestir y desvestir, que son como ellos y ellas.

Foto: muñeca parecida a nuestras muñecas Waldorf Anna, Marc o María

A partir de los 7 años, la relación con su muñeca cambia poco a poco. El niño o la niña no la necesita como un objeto de apego ni una compañera de aventuras, sino que se convierte en una muñeca a la que cuidar, a la que alimentar… sirviéndoles de ensayo de su parte más social.

4. Muñecas realistas (Reborn) versus muñecas de trapo

Nosotras pensamos que no son mejores ni unas ni otras, sino que todo depende de la niña o el niño y de sus intereses. Como en todo, desde nuestro punto de vista siempre es mejor ofrecerles juguetes o materiales lo más abiertos posibles como primera opción, pero también es verdad que hay ocasiones en las que les encantan los detalles y por eso, eligen coches super realistas, cocinas con miles de artilugios definidos y por supuesto, muñecas/os con un parecido lo más cercano posible a un bebé real. 

Foto: mi primera muñeca Reborn

Por eso, tenemos en la tienda desde muñecas Waldorf de trapo a muñecos Reborn, porque hemos visto con nuestros propios ojos a niñas y niños alucinando con este tipo de propuestas. Tanta definición, su peso, la idea de estar sosteniendo y cuidando a un bebé de verdad, es algo que les fascina y les conecta de alguna manera con emociones y sentimientos que florecen ante nuestros ojos. 

5. Que se puedan vestir y desvestir

Si hay algo que les encanta, es vestir y desvestir a las muñecas. Por eso, es importante que puedan hacerlo sin frustrarse. Hay muñecas que requieren una habilidad y un dominio de la motricidad fina demasiado grande para ellas y ellos, de modo que os tendrán que pedir ayuda continuamente para cambiarles. Si son pequeñas/os y no tienen una buena psicomotricidad fina, mejor elegir muñecas que tengan vestidos con velcro, que sean blanditas para que puedan doblarles los brazos y piernas, sin muchos complementos de los que ocuparse… Las Rubensbarn son ideales para esta etapa, porque incluso tenemos pañales para que puedan imitar con más precisión la realidad.

Foto: muñeca similar a la muñeca sexuada Rubensbarn Baby Molly 45 cm

Ya llegará el momento en el que quieran más detalles y estén preparadas/os para ello. Será el momento de las Lottie o las Kruseling, con sus vesitidos más elaborados y sus extremidades más duras.

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