11 animales de la jungla y la sabana de madera

Set de 11 figuras de animales de madera de la junglas y sabana, las criaturas más salvajes  pero también las más populares y apreciadas entre los niños y niñas.

Las figuras mantienen las proporciones entre animales como en la realidad y están hechas de madera maciza con un grosor de 18 mm en los animales más grandes (como el rinoceronte) y de 13 mm en los animales más pequeños.

La caja de cartón que les acompaña tiene una impresión para recortar para escenificar si se quiere la jungla o sabana y montar un poco la escena.

El conjunto incluye:

1 Elefante 14 cm x 10,6 cm x 1,8 cm
1 Gorila 9,4 cm x 10 cm x 1,8 cm
1 Zebra: 10,2 cm x 11,6 cm x 1,8 cm
1 León: 11 cm x 8,5 cm x 1,8 cm
1 Tigre: 12,5 cm x 8 cm x 1,8 cm
1 Rinoceronte: 14,5 cm x 7,6 cm x 1,8 cm
1 Serpiente: 14 cm x 14,6 cm x 1,3 cm
1 Jirafa: 9,4 cm x 19 cm x 1,3 cm
1 Cocodrilo: 17 cm x 5 cm x 1,8 cm
1 Tucán: 6,6 cm x 5,7 cm x 1,3 cm
1 Mico: 7 cm x 6 cm x 1,3 cm

¿Por qué pensamos que el juego con animales les gusta tanto?

Los animales son un recurso diferente a las figuras humanizadas en los juegos simbólicos o de roles. En el reino animal ocurren cosas directamente conectadas con nuestros instintos básicos que a los niños y niñas tanto les gustan, que les atrapan y les dejan explorar una parte muy primigenia de su interior.

Rugir, acechar, atacar, aullar como un lobo... el mundo animal es absolutamente fascinante y verlos jugar asignando roles a una manada es un placer que nadie debería perderse.  Además, los animales en el juego aportan un plus al juego simbólico de mini mundos que permite a las niñas y los niños ir más allá de las formas de lenguaje y comunicación humanas.

La importancia de los juguetes de madera

En Jugar i Jugar damos mucha importancia al color y al efecto e influencia que tiene sobre el juego de los niños y niñas, así como en la textura del material. 

El hecho de que sea de madera, hace también que sea un juguete que pese y esto lo hace presente de una forma muy diferente a la que lo sería un animal ligero de plástico. Es además un material robusto, haciendo que perdure en el tiempo y pueda acompañar al niño o la niña de forma evolutiva a medida que su juego va cambiando. Incluso, permite que puedan pasar entre generaciones para seguir disfrutándose muchos años, ahorrando tanto en coste económico como en recursos a nivel mundial.